lunes, 29 de diciembre de 2014

"El atardecer de los Travestis"

Foto: Daniel Estrada

Eran las 11:30 cuando mi despertador sonó. Mi peor error fue poner un tema que habitualmente escucho para despertarme. Cada vez que mi celular reproducía “El baile de la gambeta” lo salteaba ya que el dolor de huevos que me producía la sensación de levantarme a la mañana era terrible.

Me había puesto un short de River porqué cuando hace calor se me paspan las bolas con el jeans. Tuve que ir hasta Palermo a la casa de Francisco, entonces tomé el colectivo de la línea 60 (rápido). “Uno hasta el Viaducto de Carranza” dije y la máquina de la sube me marcó “18 pe”. Al cobrarme le digo al chofer: “Eh que rompí” haciendo alusión a la tarifa y me miró como diciendo “sentate imbécil”, aunque literalmente viaje parado debido al precio del boleto. 

Al llegar al departamento me recibió en el hall Francisco. Robusto, pelo negro y tenía unos “cortos” de River de marca dudosa a los que Facundo llamó “los bolis”. Al entrar me encuentro con Lucía, una mujer muy linda, de téz blanca y oriunda de Caballito. Con ella se encontraba Luciana también atractiva aunque el tono de su piel era “morocho” y nunca me acuerdo dónde vive; otro de los invitados fue “Cufa”: Robusto, hincha de River y de pelo negro. Fue un lindo momento con ellos pero tuvimos que ir hasta Constitución para editar un programa de televisión.

 En la antesala del comienzo del viaje, mientras bajabamos las escaleras, advertimos que Francisco ya había transpirado demasido y volvió a buscar una remera para el viaje. Al volver a bajar ya tenía otra puesta y traía una para cuando lleguemos a Constitución. Con Cufa nos comenzamos a reír y yo le dije: “Gordo a vos te mandamos a la Ántartida dónde hace -60º C y transpiras igual, derretís los glaciares”. Pero sin dudas lo más chistoso fue lo que dijo Facundo: “¡Gordo yo que vos me ofrezco como conejillos de indias para que se cree un antitranspirante para vos! Se llenan de guita yo lo compraría eh ja ja”.

 Mis viajes a capital siempre fueron catástroficos y este no fue la excepción, porqué el Gol de Fran no tiene aire acondicionado y nos cagamos de calor. Mi expresión era como la del capítulo de Los Simpsons en el que Homero viajaba a Nueva York, ciudad a la cual le tenía mucho desprecio. Cuando llegamos a Constitución buscamos estacionamiento durante 30 minutos, esto nos irritó a todos, en especial al “dogor” que putió a un tachero por doblar sin luz de giro: “La puta que te parió tachero hijo de mil puta”. 

La edición fue tranqui, lo hicimos en un pedo, yo solo pensaba en volver a mi casa lo mas rápido posible porque viajar en “El 15” es la muerte, nadie se baña, te empujan y hasta te tocan el culo. Al salir de la isla nos fuimos altoque para poder volver temprano aunque el viaje fue largo y no lo olvidaré jamas.

Ya estabamos en Palermo, muertos de hambre, cansados y con sueño. Pero adivinen, ¿quien fue el encargado de decir “vamos a ver a los travas”? Dale por un microondas. No es dificíl  saber cual de los tres fue, ya que Francisco siempre fue el “Come travas”, “El gordo trolo” o tan solo “Rosca bardeada”. Es que siempre fue así, desde que lo conozco: Morboso, bizarro, puto. Todos lo conocen por sus peculiares videos, tal vez uno de los más “atractivos” entre comillas, fue el un obeso (tipo Porcel Jr) teniendo relaciones sexuales con una hamburguesa. Sí, leyeron bien: una hamburguesa.

El lugar elegido fue: “Los Bosques de Palermo”. Fue mi primera vez en ese antro y si Coronel Py es la capital nacional del chorizo seco, no hay dudas que Palermo es la de los travas. Ya había oscurecido y el lugar carecía de luz pero esto no le importó a Fran que nos llevó a hacer uno de sus famosos viajecitos, mejor conocido como “El Travatour”. Conocía cada atajo y hasta los que eran de tierra. Cufa se reía ya conocía el lugar pero yo no me sentía comodo, no son de mi agrado aunque respeto la sexualidad de los démas y encima estaban laburando. Luego me distendí e hice varios chistes de doble sentido.

 Imágenes que nunca olvidé fueron las de los autos levantando a las “chicas” y llevandolas hacia la oscuridad vaya uno a saber por qué. Había Travas para todos los gustos: flacos, gordos, musculosos y hasta lo que solo de mujer tenian la vestimenta. Fueron pocas las veces que me atreví a contar esta experiencia y me trataron de “Puto”, “Come trava” o “El Cochinote”. 

Uno de los Travestis que quedó grabado en mi retina, fue uno alto casi de unos 1,90 mts, tetas grandes, cara de Jairo Patiño y tenía un tapado tipo ese que usaba “El inspector Gadget”, negro. Nuestro chofer el Sr. Francisquito no tuvo mejor idea que alumbrarlo con las luces altas y en ese momento abrío su tapado. Nunca encontré adjetivos calificativos para describir el tamaño de su pene, en ese momento nos asombramos con los chicos como diciendo “Boludo con ese pedazo te hiciste puto” y por debajo mi chiste sútil: “Si esa cosa le pegaba a la óptica, seguro te la rompía”.

Dimos dos vueltas más y me dejaron en la parada. Mi celular reprodució “La murga de la virgencita” de Los Redondos mientras regresaba: “Se maquilla la piel para el Túnel del amor y también para su tren fantasma (con la boquita seca). Será el propio buen Dios quién toca asó el tambor y que ahuyenta su clientela y la aflije con tristezas.” Al llegar a Ford, un Travesti sube al bondi y dije “La puta madre me persiguen”, le mandé un whatsapp a Cufa y se me cagó de risa “¿Te lo empomaste?”

No se por qué carajo tuvimos que ir ahí yo quise volver temprano y termine viendo hombres vestidos de mujer con tetas y mostrando sus penes. ¿Con que necesidad? 



0

0 comentarios:

Publicar un comentario